domingo, 13 de marzo de 2011

Acerca de Varguitas y otras yerbas...

   Los medios concentrados de Argentina y el mundo necesitan que, de tanto en tanto, algún hecho escandaloso muestre la sucia cara de la nueva bestia latinoamericana: el populismo. Aclaremos el sentido de esta difusa palabra para los 'bien pensantes' que no han renegado -ni piensan hacerlo- de las doctrinas que en su apogeo de los '90 dejaron el triste saldo del endeudamiento, el cierre de pequeñas y medianas empresas con su consecuencia de desempleo y miseria, el relegamiento del Estado a mero administrador de sucesivas crisis y vigilante del 'orden' que mantuviera a raya a la población, la sensación permanente de inferioridad social, política y cultural frente a los 'países exitosos' del capitalismo contemporáneo...
    La invitación al escritor español Vargas Llosa (recuérdese que renunció a su ciudadanía peruana después de ser derrotado por Fujimori, adoptando la española) para inaugurar la próxima Feria del Libro, les ha dado ese escándalo a partir de la carta de Horacio González a los organizadores.
   Vargas, aparte de ser un escritor de talento e inspiración superlativas, es un vocero conspicuo de esa derecha nostálgica de los '90, y un mediocre provocador. Aclaro lo de 'escritor talentoso' no como respuesta a tipas como Carrió, que se ofusca en los sets televisivos manifestando la barbaridad que supone que se censure a un escritor talentoso como Vargas Llosa (sería como pretender censurar a Chesterton, 'aclara'). Es, por cierto, otra falacia de Avelina: pretender escudar la validez de opiniones en el talento mostrado en un área específica del intelecto humano. Por el contrario, la aclaración vale para algunos amigos del campo popular que han visto una cierta justificación en el carácter deliberadamente provocador del escritor peruano, de la queja del Director de la Biblioteca Nacional a que inugure la próxima Feria del Libro en Bs. As. La presidenta, como es público, mostró que no carece de reflejos rápidos y que como Néstor, posee ojos vigilantes a todo lo que sucede. Llamó a 'su' director y, amablemente, le pidió que retirara su propuesta a los organizadores de la Feria para que Varguitas pudiera expresarse sin ser el inaugurador del evento. Por lo tanto, el autor de La Casa Verde podrá inaugurar la Feria, despacharse a gusto contra los Kirchner y sus amigos latinoamericanos, y ser ovacionado por los lectores de La Nazion, Clarín y Noticias. No hay censura, aunque Varguitas siga diciendo que este hecho desgraciado -el intento de censura- lo 'obliga' a hablar de política cuando él pretendía hablar de Literatura. Si, Varguitas, te creemos... Pero permitinos decirte que, aparte de ser un provocador de la más rancia derecha, no tienes siquiera la caballerosidad de reconocer el gesto de una presidenta que frenó a un funcionario de su gobierno, funcionario que sin duda puede opinar lo que se le antoje como el intelectual talentoso y democrático que es, pero que como funcionario debe saber medir el alcance de sus iniciativas y saber que las fieras mediáticas están al acecho.  
   Lo de 'provocador mediocre' referido a Varguitas, está perfectamente claro en el artículo de Walter Goobar, que lo compara con las provocaciones brillantes e ingeniosas de Borges en su momento. Digan si no lo es esta, como muestra: "¿Qué es el Infierno?" -se preguntaba Borges- "Es parecido a toparse con una manifestación peronista y no tener plata para el taxi" -se respondía. Pobre Borges. En su época, darle el premio Nobel de Literatura a un talentoso de méritos sobrados que había elogiado la Junta Militar estaba mal visto en el seno de la Academia Sueca. Hoy, darselo a uno que no cesa de alabar a los países que no vacilan en asar iraquíes o palestinos a la parrilla, está bien visto. En fin, cosa de los tiempos...
    Respecto de algunos tropiezos que ya ha tenido Varguitas en otras conferencias en el mundo, nada mejor que leer el excelente artículo de Walter Goobar del 6 de marzo en Miradas al Sur:  Varguitas
   Pipo

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