jueves, 27 de octubre de 2011
lunes, 24 de octubre de 2011
Luego de los festejos, trabajar para adelante
El triunfo contundente de Cristina expresado en las urnas el día de ayer, marca una enorme oportunidad para que el país avance hacia una patria más justa, libre y soberana. Como ha dicho Cristina en varias ocasiones, 'sola no puede'. Es decir, para que esa oportunidad dorada se transforme en un hito histórico, es necesario el trabajo físico e intelectual de todos los que sumamos a este Proyecto, y los que sin duda se irán agregando ante la evidencia de los hechos de que Argentina no sólo avanza, sino que vislumbra un destino de grandeza. El FPV ha obtenido, además de un respaldo claro de la mayoría a quien conduce el país, la posibilidad de trabajar con mucha mayor holgura en ambas cámaras del Congreso; tanto porque se incorporaron más legisladores propios como porque los que con más empeño buscaban obstaculizar y demoler todo proyecto del FPV, han sido claramente castigados por el electorado. Al mismo tiempo, este hecho conlleva una gran responsabilidad, porque semejante voto de confianza y las nuevas complejidades que aparecen en el horizonte producto de un mundo en turbulencia económica y social hasta su centro de poder, obligan a acertar con las iniciativas y las respuestas a la coyuntura, tanto en lo interno como en lo externo. Habrá que afinar la puntería, ser más sutiles, prestar atención a detalles que pueden devenir en grandes problemas. No se trata aquí del alarmismo mala leche de un Duhalde o de una Carrió, que más expresan deseos que ganas de remar por el país; sino de dar un salto de calidad en lo organizativo y en los objetivos concretos, afirmando lo logrado en políticas de justicia, desarrollo y equidad, y profundizándolos hasta donde aún no se llegó. Se ha avanzado mucho porque Néstor y Cristina han tenido convicciones firmes, iniciativa y coraje. Creemos que ello continuará encarnado en Cristina y sus colaboradores cercanos, pero es necesario que los demás que amamos y defendemos este modelo, sepamos escuchar, ver y hacer. En su discurso de ayer en la Plaza, Cristina invitó a la juventud a organizarse sin individualismos ni mezquindades; en un proyecto pacífico y no violento, para una época muy diferente que la vivida por ella y Néstor en los años '70. Será la única manera, junto a países hermanos, de continuar y resistir las presiones y emboscadas que seguramanente abonan el camino, porque el temor y el odio a este Proyecto no son sólo de algunas minorías de adentro; también están afuera. Porque argentina viene convirtiéndose en un ejemplo, a grandes rasgos, de lo que hay que hacer para lograr un mundo más próspero, igualitario y feliz, y eso sin duda afecta a intereses poderosos.
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