domingo, 29 de mayo de 2011

6, 7, 8 y la intelectual de izquierda apoyada por la derecha

   Mucho dió que hablar, escribir, twittear y bloguear la visita de Beatriz Sarlo a 6,7,8 la semana pasada. El rol de los llamados 'progresistas' argentinos (Tenembaum, Caparrós, Lanata, Pino, la misma Sarlo) ante el fenómeno K es todo un tema, con muchas y ricas aristas para el análisis. ¿Cuánto hay de verdad en su furia anti-K? ¿Cuánto de ego? ¿Cuánto de confusión? ¿Cuánta cobardía? ¿Cuánto cálculo?...  Los hechos desmienten a varios de ellos (Lanata, Sarlo) cuando afirman que Néstor y Cristina jamás se ocuparon de los DD. HH. antes de ser gobierno nacional. Ahí está en Youtube el video que muestra a un joven Néstor de 33 años, presentado por su jovencísima compañera Cristina, dando un encendido discurso contra los represores en el Ateneo Juan Domingo Perón, durante la campaña para elegir el candidato justicialista a la intendencia de Río Gallegos en 1983. Y, destaquemos, en un momento en que había que ser muy audaz para sostener esas posturas cuando los fuertes en el peronismo iban desde Italo Luder a Herminio Iglesias, todos a favor del olvido de las atrocidades de la dictadura. (ver: Discurso de Néstor en 1983 a favor de los DD. HH.). 
   Si tomamos, con trabajo, cierta distancia de estos debates y los pensamos en el contexto de su repercusión posterior en los medios (los concentrados hegemónicos y los cercanos al gobierno), podemos constatar con bastante claridad que la principal contienda comunicacional de hoy, es por el sentido. No importa tanto la fidelidad a lo dicho, a su veracidad, a su constatación factual: importa lo que parece, si favorece a una u otra causa. Veamos un ejemplo que se desprende del debate de 6,7,8. Sarlo toma un informe del programa que presenta a un vocero de la ultraderecha española como una opinión periodística, para desacreditar la seriedad de los informes y de los panelistas de 6,7,8; tratándolos de ignorantes. En el mismo debate, existen afirmaciones de Sarlo que muestran desconocimiento y prejuicio, como p.e. cuando Nora Veiras le señala que no es cierto lo que afirma acerca de que el INDEC no es criticado en Página 12, ya que hay varias notas de Verbitsky y Mario Weinfeld -entre otros- que han criticado con dureza el manejo del índice; o cuando dice que el 70% de la gente no está interesada en política y por lo tanto los medios no influyen sobre la población. Sin embargo, esto sólo es difundido por el mismo 6,7,8; en los medios hegemónicos es olímpicamente ignorado, y por el contrario sólo se exalta hasta el paroxismo los supuestos 'sopapos verbales' propinados por la Sarlo al panel. 
   Por decirlo simple, en esta guerra "mi verdad es tu mentira"; y de lo único que podemos congratularnos, es que al menos existen dos bandos y no una 'verdad' única. Y que 6,7,8 exista, aún con algunos errores y recortes parciales de la realidad; aventaja con mucho a los medios hegemónicos porque lo que pone en cuestión es precisamente este hecho: que todos son relatos, recortes, miradas interesadas de la realidad. A tal punto, que los medios concentrados no vacilan en intentar moldearla, fabricarla. Bienvenido entonces 6,7,8. El día que los medios sean realmente diversos y plurales; que no existan los monopolios mediáticos, cesará su razón de existir.
   No vamos a agregar más a lo mucho dicho, y sólo remitir al excelente artículo de Eva Row en su blog 'La cosa y la causa', que figura entre los blogs recomendados en éste, pero que por mayor comodidad linkeamos aquí: Con Sarlo sí, Barone. Con Sarlo sí
Pipo